Sinceramente, no conocía ni la película ni la novela, al tratarse ambas producciones de los años 40, no obstante al investigar, se descubre que es un caso muy peculiar.
Ayn Rand, autora de la novela, también escribió el guion de la película de 1949, por lo que cabria pensar que esto le dificultaría encontrar fallas en la producción final, no? Ella siempre podía encontrar una manera de estar en contra. Según una biografía póstuma, odiaba la actuación, el diseño de producción y la edición en general, y luego se negó a ceder los derechos de cualquiera de sus otros trabajos a menos que estuviera a cargo de todo eso.